Karla Aguirre Loredo
Geopolitica y Comunicación
Fecha: 19 de mayo de 2009
Geopolitica y Comunicación
Fecha: 19 de mayo de 2009
CAPITULO XV.- ¿UN INTERES RENOVADR POR LA(S) CIVILIZACION(ES)?
En la actualidad se ha empleado el termino “civilización o civilizaciones” en diversos sentidos, pero lo que expone el autor en este capitulo radica de entrada en exponer precisamente como es que se la ha otorgado dicha terminología o conceptualización a la palabra “civilización (es).
Resulta interesante pensar ¿Dónde es que surge el término de “Civilización”? o más aún ¿Cómo es qué lo ha conceptualizado el mundo?
El autor; explica que el termino “civilización” no aparece comúnmente en la bibliografía de las ciencias sociales. Expone que posiblemente no se pueda encontrar en libros de sociología, economía, y probablemente tampoco en obras de ciencia política. Ya que el concepto se impuso en cierta corriente antropológica previa a 1914, donde aparecía como el estadio final de una supuesta secuencia evolutiva: del salvajismo se pasaba a la barbarie y de ahí a la civilización.
En relación al progreso, explica que emergió como el gran desiderátum moral de la Ilustración en el siglo XVII, y se convirtió en el dogma, oficial del mundo occidental durante el momento álgido de la hegemonía británica en el sistema mundial, a mediados del siglo XIX.
La expansión de Europa, que transcurrió básicamente sin obstáculos desde el siglo XVI hasta el siglo XX, ahora ha dado un giro radical. Asistimos hoy en día al ascenso político del Tercer Mundo y a la descolonización cultural del sistema mundial.
Con esto se puede comprender que no se esta tratando con termino actual, es decir de unos años a la fecha, sino que posee sus raíces desde hace ya bastantes años.
El asunto del ascenso y el declive de la civilización supone abrir un debate acerca de dos premisas de la ciencia occidental muy arraigadas: el universalismo y la linealidad.
El universalismo es un concepto muy querido en Occidente. Hunde sus raíces en tres grandes religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islamismo. Se nutrió del paradigma científico baconiano-newtoniano y recibió el postrer visto bueno filosófico durante la ilustración. Además “el universalismo consiste en que el comportamiento humano esta sometido a leyes generales que pueden desentrañarse y formularse con claridad de forma verificable y que tiene validez a lo largo del tiempo y el espacio”[1].
La novedad hoy en día estriba en que el universalismo se esta cuestionando desde el seno de la ciencia misma, y con fundamentos científicos.
Por otro lado el concepto de “civilizaciones”, ha adquirido en el pasado otras connotaciones que debemos despejar si pretendemos que hoy en día sea relevante para nuestra comprensión de la complejidad humana.
La idea de que han existido múltiples civilizaciones ha estado vinculada desde hace mucho a una cronosofia cíclica. Se dice que las civilizaciones pasan por una ascensión seguida de un declive.
El autor realiza una distinción entre el sistema histórico y una civilización. Un sistema histórico hace referencia a una realidad empírica. La dinastía Tag china o el Imperio romano o el Imperio mongol fueron sistemas históricos. Una civilización, en cambio, hace referencia a una reivindicación contemporánea del pasado en función de su utilidad presente para justificar el patrimonio, la singularidad, los derechos. La civilización china, la civilización occidental o la civilización india son algunas de esas reivindicaciones actuales, las cuales no tienen por qué basarse exclusivamente en datos empíricos.
Las civilizaciones no han sufrido un ascenso y una caída. Debe decirse más bien que los imperios mundiales han nacido, han prosperado y han entrado en decadencia.
La forma que adopte la continuidad puede variar: la del lenguaje, por ejemplo, o la de la religión, o la de los hábitos alimentarios.
Debemos recordar que, como la realidad empírica, la economía capitalista mundial a lo largo de su proceso de expansión destruyó otros sistemas históricos, lso cuales cesaron de existir como sistemas.
Sabemos principalmente dos cosas acerca de la economía capitalista mundial vigente. Una, que se aproxima a un punto de bifurcación. Dos, uno de los elementos de este proceso en lo que ha dado en denominar “descolonización cultural” del sistema mundial. Esta última se manifiesta en dos aspectos: renacimiento político de las reivindicaciones civilizacionales, e interés de los científicos sociales históricos por conceptos como “civilización”.
El declive de Occidente, el declive del imperio americano, el declive del capitalismo, no deben inducir al pesimismo cultural. La ocasión ofrece la posibilidad de crear un sistema nuevo y mejor, siempre y cuando juzguemos como es debido. Analizar el funcionamiento de los sistemas históricos del pasado sin la lente deformante del universalismo lineal bien puede convertirse en un elemento esencial de la lucha.
Reflexionando sobre el tema se considera que el sistema capitalista es el que ha provocado la confusión que plantea el autor entre el termino “civilización”, pero que es importante encontrar que función cumple comprender dicho termino para poder así comprender la complejidad humana.
Y en este punto más que el término “civilización” como conclusión general, respecto del libro, el autor en cada ensayo realiza excelentes análisis sobre acontecimientos históricos y como el ser humano debe de estar consiente de ellos, comprender su realidad, como se encuentra su entorno es la base, para poder transformarlo, por medio de dichas reflexiones.
BIBLIOGRAFIA:
Wallerstein, Immanuel. Traducción de Vázquez Nacarino, Eugenia.
“Geopolítica y Geocultura, ensayos sobre el moderno sistema mundial”
Editorial Kairós
Barcelona, Febrero del 2007
336 pp.
Wallerstein, Immanuel. Traducción de Vázquez Nacarino, Eugenia.
“Geopolítica y Geocultura, ensayos sobre el moderno sistema mundial”
Editorial Kairós
Barcelona, Febrero del 2007
336 pp.
[1] Wallerstein, Immanuel. “Geopolítica y Geocultura, ensayos sobre el moderno sistema mundial” p. 321 y 322.
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