Diego Armando Tripp Arcos!!!!
Los Estados modernos han hecho que el mercado mundial capitalista funcione por medio de la dominación de mano de obra; tienen sus limitantes por causa del sistema interestatal, sin embargo las “fuerzas antisistémicas” han intentado ir más lejos, incluso a lo global.
Los Estados que tienen actividades centrales se han hecho cada vez más poderosos, mientras los Estados con actividades periféricas se han hacho más débiles, por lo que se ha buscado un equilibrio en el poder para que ninguno de ellos tenga una supremacía mayor a los otros.
Algunas de las tendencias que han sido capitalistas por excelencia son el nacionalismo y el internacionalismo. Los “pueblos” actuales no han existido siempre, sino que se han creado, como la fundación del Estado que sólo sirvió para que un pueblo prevaleciera sobre otros.
Un periodo primordial en el desarrollo del sistema interestatal, es el que va desde 1450 hasta 1815 donde se crearon varios Estados en toda Europa occidental, pues se sustituye lo feudal para crear territorios con una administración centralizada.
En el siglo XIX el estadismo empieza a ser sustituido por el nacionalismo y al mismo tiempo se da la lucha de clases de una forma mucho más organizada, sobre todo en los años subsiguientes a 1914-1917.
A pesar de todo el capitalismo trajo tendencias diferentes e innovadoras, como los principios de las ciencias sociales ya que empiezan a aparecer obras que expresan su preocupación por llegar a una universalidad.
Entre los años de 1789-1815 el régimen absolutista, que suponía el poder en una sola persona, empieza a cambiar pues surge la idea de que el poder debe residir en el pueblo; es por eso que el nacionalismo emerge como una refutación para el imperialismo que pretende ser universal, a la vez se presenta el carácter internacionalista.
También en el siglo XIX, se presenta una forma colonial de gobierno que intenta ir en contra del “imperialismo de libre comercio”; por otro lado se comienza a hacer un intento de generalización de la realidad social, porque se supone que adquirir conocimientos en lo social, es progresar en la historia.
Algo relevante es que el racismo tomó una fuerza importante, incluso se insertó en las cuestiones académicas. Gracias al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 se vienen abajo todos los posibles acuerdos en cuestiones políticas que ayudarían al progreso del mundo.
La Sociedad de Naciones surge como un ensayo para hacer del panorama mundial una cuestión mucho más compleja y completa; en tanto que el asunto de los movimientos nacionalistas llega como un intento por cambiar las bases del sistema interestatal. Por otro lado, la Segunda Guerra Mundial llega para darle un golpe fuerte a las naciones con un régimen imperialista en Europa.
En tanto, los movimientos basados en la liberación nacional llegan para darle un contrapunto a los sistemas que se fundamentan en el colonialismo, que podría parecer que ya habían sido erradicados desde hace mucho tiempo, pues supuestamente habían sido suplantados por otras formas de perfil informal, pero que trajeron nuevas maneras de organización para la lucha social.
Las academias de Estados Unidos de manera muy cómoda, deciden implantar el concepto de modernización para intentar y explicar los procesos que sigue la sociedad en los países periféricos, con una economía subdesarrollada, haciendo que su lugar en el mundo se torne por de más subjetivo y sin una verdadera intención por explicar lo que sucede en las relaciones sociales, pues no hacen ni el intento de observar lo que acontece desde una perspectiva diferente.
En cambio, se intentó explicar la realidad social desde una orientación de nación-Estado, pero cayó en el error de siempre tratar de aplicar enunciados universales, los cuales inevitablemente encontrarán una falla a la hora de su aplicación en el mundo palpable.
Como los enfoques de la ciencia social estadounidense se quedan muy cortos, nace un nuevo enfoque para explicar la modernalización y el desarrollo de los países, pero con una visión del “Tercer Mundo”, que otorga una mayor perspectiva para explicar los procesos sociales, ya que no es posible que se implementen como “verdades” sólo desde un enfoque que de entrada de lo más satisfactorio y subjetivo.
Como el desarrollo del capitalismo se impuso por el crecimiento inminente de los imperios, se intenta explicar la emergente organización política desde el punto de vista de la nación-Estado, una idea que en apariencia puede ser viable, porque aparece en un contexto que tiene la necesidad de contar con una nueva interpretación del mundo.
Por desgracia, las condiciones histórico-sociales se dieron para que el capitalismo creciera cada vez más y llegará a límites inimaginables y “salvajes”, pero como nada está escrito, puede que el día de mañana las nuevas circunstancias y los nuevos contextos lleven al mundo a nueva organización política-económica-social que beneficie a toda la población que por años ha sufrido los embates de un sistema por demás transgresor y limitante.
Bibliografía: Immanuel Wallerstein. Geopolítica y Geocultura. Kairós. España. 2007. Pp. 193-217.
Los Estados que tienen actividades centrales se han hecho cada vez más poderosos, mientras los Estados con actividades periféricas se han hacho más débiles, por lo que se ha buscado un equilibrio en el poder para que ninguno de ellos tenga una supremacía mayor a los otros.
Algunas de las tendencias que han sido capitalistas por excelencia son el nacionalismo y el internacionalismo. Los “pueblos” actuales no han existido siempre, sino que se han creado, como la fundación del Estado que sólo sirvió para que un pueblo prevaleciera sobre otros.
Un periodo primordial en el desarrollo del sistema interestatal, es el que va desde 1450 hasta 1815 donde se crearon varios Estados en toda Europa occidental, pues se sustituye lo feudal para crear territorios con una administración centralizada.
En el siglo XIX el estadismo empieza a ser sustituido por el nacionalismo y al mismo tiempo se da la lucha de clases de una forma mucho más organizada, sobre todo en los años subsiguientes a 1914-1917.
A pesar de todo el capitalismo trajo tendencias diferentes e innovadoras, como los principios de las ciencias sociales ya que empiezan a aparecer obras que expresan su preocupación por llegar a una universalidad.
Entre los años de 1789-1815 el régimen absolutista, que suponía el poder en una sola persona, empieza a cambiar pues surge la idea de que el poder debe residir en el pueblo; es por eso que el nacionalismo emerge como una refutación para el imperialismo que pretende ser universal, a la vez se presenta el carácter internacionalista.
También en el siglo XIX, se presenta una forma colonial de gobierno que intenta ir en contra del “imperialismo de libre comercio”; por otro lado se comienza a hacer un intento de generalización de la realidad social, porque se supone que adquirir conocimientos en lo social, es progresar en la historia.
Algo relevante es que el racismo tomó una fuerza importante, incluso se insertó en las cuestiones académicas. Gracias al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 se vienen abajo todos los posibles acuerdos en cuestiones políticas que ayudarían al progreso del mundo.
La Sociedad de Naciones surge como un ensayo para hacer del panorama mundial una cuestión mucho más compleja y completa; en tanto que el asunto de los movimientos nacionalistas llega como un intento por cambiar las bases del sistema interestatal. Por otro lado, la Segunda Guerra Mundial llega para darle un golpe fuerte a las naciones con un régimen imperialista en Europa.
En tanto, los movimientos basados en la liberación nacional llegan para darle un contrapunto a los sistemas que se fundamentan en el colonialismo, que podría parecer que ya habían sido erradicados desde hace mucho tiempo, pues supuestamente habían sido suplantados por otras formas de perfil informal, pero que trajeron nuevas maneras de organización para la lucha social.
Las academias de Estados Unidos de manera muy cómoda, deciden implantar el concepto de modernización para intentar y explicar los procesos que sigue la sociedad en los países periféricos, con una economía subdesarrollada, haciendo que su lugar en el mundo se torne por de más subjetivo y sin una verdadera intención por explicar lo que sucede en las relaciones sociales, pues no hacen ni el intento de observar lo que acontece desde una perspectiva diferente.
En cambio, se intentó explicar la realidad social desde una orientación de nación-Estado, pero cayó en el error de siempre tratar de aplicar enunciados universales, los cuales inevitablemente encontrarán una falla a la hora de su aplicación en el mundo palpable.
Como los enfoques de la ciencia social estadounidense se quedan muy cortos, nace un nuevo enfoque para explicar la modernalización y el desarrollo de los países, pero con una visión del “Tercer Mundo”, que otorga una mayor perspectiva para explicar los procesos sociales, ya que no es posible que se implementen como “verdades” sólo desde un enfoque que de entrada de lo más satisfactorio y subjetivo.
Como el desarrollo del capitalismo se impuso por el crecimiento inminente de los imperios, se intenta explicar la emergente organización política desde el punto de vista de la nación-Estado, una idea que en apariencia puede ser viable, porque aparece en un contexto que tiene la necesidad de contar con una nueva interpretación del mundo.
Por desgracia, las condiciones histórico-sociales se dieron para que el capitalismo creciera cada vez más y llegará a límites inimaginables y “salvajes”, pero como nada está escrito, puede que el día de mañana las nuevas circunstancias y los nuevos contextos lleven al mundo a nueva organización política-económica-social que beneficie a toda la población que por años ha sufrido los embates de un sistema por demás transgresor y limitante.
Bibliografía: Immanuel Wallerstein. Geopolítica y Geocultura. Kairós. España. 2007. Pp. 193-217.
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