lunes, 9 de marzo de 2009

1968, REVOLUCIÓN DEL SISTEMA MUNDIAL

Mancilla Gómez Abigail Geopolítica y comunicación

1968, REVOLUCIÓN DEL SISTEMA MUNDIAL

Para mayo de 1968 todo aquello que venía cosechándose desde años anteriores estalló como olla exprés cuando es tanta la presión que la liberación de la energía acumulada es imposible de contener y por más cualquier intento por retenerla resulta además de inútil, absurdo. Para quienes no prestaron atención en los acontecimientos que auguraban el surgimiento de esta rebelión, las protestas aparecieron como la generación espontanea en los platos de sopa
Fue un año de cambios y revelaciones, con ayuda de los hongos, y el LSD las alucinaciones no se hicieron esperar; todas pronosticaban lo mismo, era momento de actuar. El poder joven había llegada para quedarse, “no confíes en nadie mayor de 30 años” y cómo hacerlo si la falta de confianza hacia lo viejo terminó por convertirse en una fobia incontenible, una batalla en contra de establecido y lo tradicional.
La serie de movimientos estudiantiles, y sindicales que posteriormente se extenderían por todo el mundo vieron la luz por primera vez en Francia. Exigían cambios profundos en el sistema; su ejemplo se extendió a lo largo y ancho del planeta. Toda una plaga que exterminar para el gobierno estadounidense.
Son estos movimientos los verdaderos responsables de las trasformaciones políticas que surgieron a raíz de la Guerra Fría y aun después de cuarenta años los ideales de aquellas multitudes idealistas siguen vivos, en los corazones de quienes son capaces de recordarlos con el respeto y la admiración que merecen.
A esta juventud se le heredó un mundo con el que no estaban de acuerdo y ¿Quién puede vivir en un lugar donde se siente incomodo?, ellos no, y pelearon incansablemente para cambiarlo. Y cambios fue lo que más hubo durante este año, es por esto que si realmente existe una año del cambio, ese fue 1968. El curioso caso del 68.
A EU las cosas le estaban saliendo bastante mal “para 1960 su modelo de hegemonía positiva había empezado a desgastarse”[1] y casi una década después la situación no solo no había mejorado sino que se esparcía rápidamente como una epidemia incontrolable
“Aquella conducta poco convencional, no burguesa y dionisiaca de la vida cotidiana (sexualidad, drogas, vestimenta)”[2] pronto se trasformó en un rasgo característico de la época, la bienvenida a la libertad sexual venía incluida con la píldora anticonceptiva, mucho amor igual a mucho sexo.
Se generó una batalla épica entre dos movimientos importante: el amor y la paz en contra de la guerra de Vietnam. Y después de esto una serie de sucesos catastróficos: la aparición de una revolución cultural en China dirigida por Mao Tse Tung, a la par de una caída brutal en la economía del mismo país, los planes anticrisis de los soviéticos, en el olvido y en para el continente americano: la muerte; el asesinato del presidente de los EU, Kennedy y del líder revolucionario Che Guevara.
¿Cómo comprender la crueldad del mundo y los actos de violencia de la humanidad?, nadie pudo entenderlos, pero si hubieron quienes fueron capaces de actuar para reaccionar valientemente ante la situación de la cual eran testigos. Los jóvenes incomprendidos del 68.
Rebelarse contra cualquier norma establecida era ya una forma de vida; parecía una cuestión incontenible, una necesidad de la mocedad por hacer todo lo que se les diera la gana; esa era su filosofía, estar en contra de la autoridad que solo causaba muerte y destrucción. Durante años la juventud acató las reglas y el mundo era un caos, era momento de probar algo diferente.

A pesar de los esfuerzos realizados por el contingente integrante de los levantamientos del 1968, existen varias aspectos no tan positivos que igualmente derivan de los acontecimientos ocurridos en aquel año.
En primer lugar las diversas tendencias que hicieron su aparición de manera simultánea se convirtieron en movimientos contraculturales que dieron origen a “estilos de vida muy provechosos para el consumo”[3], se extendió la promiscuidad de una libre sexualidad a lo largo de años posteriores y por último, jamás se volvió a presenciar una manifestación juvenil de tales magnitudes.
Ejemplo claro de dicha situación fue la música, que pasó de medio de expresión a mina de oro, pues en después de los primeros conciertos masivos de rock que se dieron en EU las disqueras norteamericanas vieron en estos grupos un gran negocio. Además de la música podemos ver como la frase “amor y paz”, así como la infinidad de símbolos hippies que aparecieron en la época son en la actualidad, los principales recursos de la publicidad.
El último análisis que hace el autor del eslogan “libertad, igualdad y fraternidad” me pareció bastante prudente; el punto de vista desde el que lo comenta me agradó y me dejó pensando en unificar nuestros valores unos con otros en la medida de lo posible, para luchar no por uno, sino por todos.
En resumidas cuentas referirnos a ese momento de la historia es hacerlo usando palabras mayores, el impacto social, político y cultural continúa; nadie ha vuelto a alzar la voz como en aquel tiempo, la juventud de ahora se encuentra inmersa en un sueño profundo del que no parece querer despertar; se tiene conciencia de lo ocurrido pero no se espera que así vuelva a pasar. Un movimiento como el del 68, jamás.

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