Mancilla Gómez Abigail Geopolítica y comunicación
Geopolítica: post- Norteamericana
A lo largo de mi experiencia como estudiante si algo he aprendido es que EU es el ajonjolí de todos los moles, se mete en absolutamente todos los asuntos a nivel mundial (claro que tienen que convenirle) y a pesar de haber atravesado por grandes crisis de las cuales nadie pensó que podría recuperarse, no sabemos cómo, (tal vez tiene pacto con el diablo) pero ha salido bien parado en más de una ocasión.
Es así como EU no sólo se ha convertido en una súper potencia, sino que además es el más odiado por propios y extraños, y como no serlo si la base de su economía y su poder se sostiene de las guerras, la manipulación y la explotación que ejerce sobre países tercermundistas. Es así como su hegemonía y posición mundial ha costado la vida de miles de inocentes. A pesar de esto su evolución como nación representa un importante objeto de estudio si se pretende entender muchas de los problemas que nos aquejan en la actualidad, pues es ahí donde radican muchas de las posibles soluciones.
Las consecuencias de la segunda guerra mundial son muchas y muy variadas, económicamente y moralmente hablando resulto devastadora para algunos (Japón y Alemania son un perfecto ejemplo), la cantidad de muertos y de pérdidas económicas debido a la destrucción de las ciudades, a los campos de concentración y la perfectamente conocida por todos, la bomba nuclear, nos permiten tener una idea bastante vaga de la dimensión de los estragos causados por dicho conflicto.
Sin embargo la situación precaria y devastadora no fue para todos, al final de la segunda guerra mundial económicamente hablando no resultó ser la mejor época de ninguna nación a nivel mundial, excepto claro de nuestro muy querido país vecino del norte: EU. Como era de esperarse, EU se posiciono como la economía más fuerte a nivel mundial, y no solo eso, sino que además pareció haber emergido de la guerra sin un solo rasguño y con una gran ventaja sobre sus oponentes.
Su progreso en áreas como la agricultura, y el nivel optimo de sus investigaciones, es un perfecto ejemplo de las consecuencias (bastante positivas) de la guerra para EU, cuyas mayores y tal vez únicas perdidas se dieron el día del ataque a Pearl Harbor, hecho que desencadenó el ataque nuclear de EU hacía Japón, cuyas cuyos resultados (conocidos por todos) no se comparan ni en lo más mínimo a los de Hiroshima y Nagasaki.
En una situación de completo antagonismo se encontraban los demás países que participaron en la guerra. El debilitamiento económico y moral propició un decaimiento de las que algún día se presentaron ante el mundo como potencias mundiales, los sacrificios y costos de la guerra fueron y siguen siendo innumerables. EU pasó a ocupar el lugar que otros países no pudieron seguir ocupando, el de una potencia mundial y hegemónica.
El posicionamiento de EU es la causa directa del surgimiento de lo que en esa entonces se denomino “países del tercer mundo” o como les llaman ahora “países en vías de desarrollo”, a pesar de ser al principio de poca importancia a nivel político.
Sin embargo a pesar de la buena suerte de la que parecía gozar EU, “la hegemonía requiere más que meros sostenes económicos”[1], explicar esto es sencillo no se trata únicamente de colocarse, sino que la cuestión más importante es mantenerse y evolucionar de manera constante.
A pesar del desarrollo de la nación estadounidense, el éxito no puede lograrse de manera independiente, es decir, para lograr mantener el bienestar y el progreso es necesario poseer bases económicas sólidas, para lo cual es indispensable el intercambio de productos con otras naciones.
Es verdad que se tenía todo lo necesario para sacar adelante esta nación, con lo que ella misma proporcionaba, aun así, es lógico pensar que si la economía mundial no funciona bien, de una u otra manera afecta a tus propios intereses, tal como podemos percatarnos con la actual crisis, de cual nadie se ha escapado.
Es así como el hecho de que los demás países, los más fuertes y más industrializados, se encontraran rezagados y en completamente destruidos, representó un impedimento para proporcionar una adecuada competencia o un tipo de mercado al nivel que EU requería. Sin embargo aún con dicho problema encima EU supo cómo manejar la situación.
Económicamente hablando se encontraba tan bien parado que se fue capaz de darse el lujo de reducir los costos de producción y por lo tanto los costos mismos del producto, para así venderlos a un preció que permitiera el poder de adquisición de los otros países cuya compra resultaba indispensable si los estadounidenses no querían verse de nuevo en una situación similar a la de la gran depresión, cuyo bajo consumo de los productos norteamericanos propició la caída de sus economías.
Por lo tanto para asegurar su propias supervivencia EU tuvo por un tiempo que sostener las economías mundiales, para lo cual se llevó a cabo una medida, bautizada con el nombre de Plan Marshall, a través de la cual países europeos y Japón ansiosos de adquirir productos pero sin capacidad adquisitiva debido a la carencia de dólares, pudieron hacerlo, sin mayor problema.
EU vio en zonas pertenecientes a países del tercer mundo riquezas en potencia, el problema de esto fue que dichas zonas políticamente hablando resultaban inestables debido a la extensión del comunismo que se estaba llevando a cabo fuertemente. Para evitar los efectos de dicho expansionismo EU ideo diversas medidas que le permitieran lidiar con esta situación, el programa Point Four de Truman y la Alianza por el progreso de Kennedy son dos ejemplos de estas medidas.
Las acciones que EU llevo a cabo no fueron suficientes, la crisis interna por la que atravesaba el país en esa entonces, hizo necesario buscar una solución pronta y eficiente, la cual debía ser capaz de “mantener el conflicto social a raya”[2].
Entre los conflictos de los que hablamos se encontraba, la lucha de clases entre trabajadores y capitalistas, la lucha entre los integrantes de las clases medias debido a la discusión del papel que debía jugar EU a nivel mundial, es decir, existían problemas al momento de decidir que tanto debía intervenir EU en los problemas de corte mundial.
Por último enfrentaron durante muchos años un conflicto social de grandes magnitudes consecuencia de la represión y discriminación de cual eran victimas los ciudadanos de raza negra, situación que obligó al entonces presidente Truman a dirigirse a lado contrario de la discriminación debido a que estos grupos relegados empezaban a organizarse y a representar un peligro para la nación.
Durante el periodo de 1950 EU se encontró en su mejor momento “nadaba en la prosperidad económica” como nos dice el autor; sin embargo esta situación duraría poco, al llegar los 60´s comenzaron a haber cambios significativos.
Países como Japón y Alemania, que en algún momento había recurrido al apoyo estadounidense para sobrevivir a la crisis posterior a la guerra, comenzaban no solo a sobreponerse, sino que empezaron también a representar una fuerte competencia para los EU.
Por si esto fuera poco, la situación con los países tercermundista comenzó de alguna manera a salirse de control, cansados de la injusticia, desplazamiento y subversión de la que eran víctima, optaron por organizarse e iniciar una serie de revoluciones que se extendió por todo la parte sur de continente americano. Para la década de los 70´s EU ya se encontraba en una situación económica poco favorable e ideando estrategias que le permitieran (como se diría coloquialmente hablando) salvar el pescuezo.
Entre las estrategias que aplicó se posiciono en primer lugar la disminución “del nivel de intervencionismo político contra los movimientos radicales […] además de que trató de reaccionar moderando su grado de arrogancia, intentando ganar tiempo, reduciendo el daño inmediato”[3]
A pesar de que se pretendió mantener el nivel de vida “la situación interna agudizó en gran medida las tensiones internas”[4] en un ataque de desesperación provocado por la ineficiencia del gobierno estadounidense se nombro a Reagan como representante de la nación, el cual a pesar de su postura de hombre rudo con mano dura no fue capaz de llegar a los resultados esperados.
A lo largo de la historia mundial y conforme transcurre el tiempo y la situación se torna cada vez más y más complicada, todas y cada una de las naciones que conforman el globo terráqueo, han sufrido cambios en su estructura; transformaciones que abarcan desde lo económico hasta lo cultural, uno de la mano del otro. Responsable de la truculenta forma en que dichos cambios se han llevado a cabo: el capitalismo.
Sin excepción alguna a lo largo y ancho del planeta, cada país ha sufrido las consecuencias de este cruel y despiadado sistema de manera diferente; para quienes corrieron con suerte y la justicia divina les brindo el nivel de desarrollo necesario para posicionarse en la historia mundial como conquistadores, y no conquistados, se convirtieron en quienes posteriormente serían capitalistas y no proletariado.
La necesidad de potencias como Alemania, Francia y Gran Bretaña desencadenó una serie de acontecimientos después de años de evolución en el sistema, que por supuesto no representaron nada bueno más que para aquello quienes poseían la riqueza y el capital. Después de incontables desordenes, injusticias, y medidas de explotación implementadas en la búsqueda de mano de obra barata las consecuencias fueron inevitables; los desajustes económicos no se hicieron esperar, las primeras crisis capitalistas, suicidios de desesperación y después de eso: la guerra.
A partir de entonces comienza a resultar evidente la ineficiencia e injusticia del sistema capitalista, los estragos de su aplicación son cada vez más y más evidentes; desde la primera guerra, en un mundo feliz y libre de ambiciones, los Kapitalisten Schweinen (cerdos capitalistas) debieron hacer entendido el daño que provocaba a la humanidad su lucha por el poder y la riqueza; sin embargo más allá de crear conciencia lo convirtieron en su manera más recurrente de asegurar poder, territorio y capital.
EU encontró la manera perfecta de hacer funcionar de nuevo este sistema; sin que nadie se percatara de ello y aunque tarde se fue posicionando como una potencia, para convertirse como siguiente nivel, en la hegemonía mundial; la súper potencia por excelencia, y a pesar de las dura crisis por la que atraviesa y de los pronósticos que anuncian su fin, hay quienes aseguran que aún queda EU para rato.
La verdad nadie la sabe, países como Japón y algunos de la Europa emergente se encuentran en espera de su oportunidad, a pesar de que estas crisis poseen un patrón de conducta determinado por la conformación y evolución monopólica, y de que es posible determinar la forma en que se desenvolverá; nada está escrito y en este mundo sediento de poder que parece jamás tocar fondo, todo, pero todo puede pasar.
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