miércoles, 4 de marzo de 2009

MARX, MARXISMO-LENINISMO Y EXPERIENCIAS SOCIALISTAS EN EL SISTEMA MUNDIAL MODERNO

Díaz Solis Lorena

En el capítulo 6, Immanuel Wallerstein pretende analizar el marxismo-leninismo como un fenómeno del moderno sistema mundial y por ello, se hace seis preguntas,

¿Por qué el leninismo?
Los revisionistas vieron un proceso tecnológico que produciría una clase obrera industrial cada vez más grande. Supusieron que esta clase dominaría el terreno político y podría elegir por votación a sus representantes para llegar al poder y por consiguiente pensaron que la mejor táctica que podían hacer era organizar a la mayoría de la clase obrera en un partido de masas. Sólo se hicieron realidad ciertas cosas: hubo un desarrollo tecnológico, la clase obrera aumentó y el voto se hizo presente. Pero jamás la clase obrera representó a la mayoría de los votantes y no todos votaron por el Partido Socialista. Los partidos de la Segunda Internacional promulgaron el Estado del Bienestar.
Lenin se oponía ante esto porque sabía que había otras cosas de por medio y la más importante era la fuerza con la que los estratos capitalistas resistirían su propia liquidación. Pensó que por medio del voto podría ser expulsado del poder, además de que insistía en que la única forma en la que la clase obrera llegara al poder sería por medio de la revolución.

¿Por qué una revolución leninista en Rusia?
En aquellos momentos, todo el movimiento socialista pensaba que el primer Estado socialista sería Alemania, incluso el mismo Lenin compartía esa idea. Sorpresivamente, ese Estado sería Rusia, aunque la mayoría de la gente dijo que si no ocurría nada, éste no sobreviviría a menos que Alemania actuara rápido. Esto nunca sucedió.
Consideremos que Rusia era un país europeo de gran potencia militar y con una industria relevante. Pero entonces aquí aparece una contradicción: era el país más débil de todos, era no occidental y era agrícola. Pese a ello era el estado más fuerte de los no occidentales.
Se le llamó “país semiperiférico” ya que era la potencia más débil del centro y la más fuerte de la periferia. Para triunfar en ella, se necesitaba una estrategia que sólo el mismo Lenin podría hacer. Y solamente eso ocurría en Rusia por tres razones: 1) no podía producirse una revolución en zonas centrales de la economía capitalista, 2) el sentimiento nacionalista al que después se le llamaría antiimperialismo y 3) para que una revolución triunfe se necesita un sector de infraestructura humana, una clase obrera y una intelectualidad. La mayoría de las zonas periféricas no contaban con estos elementos, pero Rusia sí.

¿Por qué el estalinismo?
Después de la guerra civil y la intervención extranjera, Rusia se había convertido en un país devastado. Como se dijo antes, era un país semiperiférico y sus dirigentes definieron su prioridad económica mundial en la industrialización rápida del país. Para 1933-1941 Alemania y el trío Occidental conformado por EE.UU., Reino Unido y Francia se ponían de acuerdo para aniquilar al Estado soviético. Stalin dijo que las políticas eran la manera de defenderse contra el enemigo, así como el único medio posible de defender el Estado Soviético.
El estalinismo le daba a EE.UU. algo así como una justificación ideológica y una consolidación de su supremacía. Representaba una influencia moderada para las fuerzas antisistémicas, garantizaba el orden en una tercera parte del mundo, aunque desde el punto de vista estadounidense, todo lo referente a la URSS iba empeorando desde la muerte de Stalin.

¿Por qué un imperio soviético?
L a URSS y la Armada Roja llevaron al poder a los partidos comunistas en seis países y para esto, Wallerstein dice que hay una explicación sencilla y al mismo tiempo trivial. Primeramente la URSS temía una posible acción militar por parte de EE.UU. en su contra. En segundo lugar, deseaba recibir indemnizaciones de guerra y tercero, realmente temía a la fuerza de los movimientos comunistas.
Se habla de las purgas de 1948-1949 que fueron de carácter antinacionalista es decir, no antiburguesas-nacionalistas, sino anticomunistas-nacionalistas.
Y del otro lado de la moneda se encontraban la URSS y la Armada Roja que no tuvieron nada que hacer con la llegada al poder de los movimientos comunistas. Por eso no es casualidad que los tres gobiernos comunistas hayan sufrido rupturas bastantes manifiestas con la URSS en el periodo después de la guerra. Fue entonces cuando Stalin comprendió: por esa razón aconsejó al Partido Comunista Chino que llegara a un acuerdo.

¿Por qué la desestalinización?
Aquí se hace referencia a Isaac Deutscher que pronosticó, mediante una frase de su libro, el rompimiento con la era Stalin: “El progreso económico logrado durante la era Stalin por fin ha puesto al alcance del pueblo cierto grado de bienestar que debería hacer posible un final ordenado del estalinismo y una evolución democrática gradual”. Sin embargo, esto sólo era verdadero en cierta parte. Lo que este hombre dijo se puso en práctica bajo el nombre de kruschovismo el cual finalizó en fracaso, ya que Kruschov seguía terco en el desarrollismo que había formado siempre la base de la política económica soviética. De igual modo, no innovaba el desarrollismo sino que le daba seguimiento al legado de Stalin y Lenin, lo único que introdujo era su intento por representar los intereses del sistema soviético que deseaban las garantías contra el terrorismo y un incremento del consumismo.
Su error más grande fue no ser consciente del verdadero funcionamiento de la economía capitalista mundial.

¿Por qué la perestroika y la glasnot?
Fueron una respuesta a un dilema generalizado. Constituyeron un intento de las élites por reagruparse después del colapso que se dio en el mundo del leninismo como ideología y como estrategia. Mijail Gorbachov es considerado como un excelente estratega ya que acabó poco a poco (y sin ayuda de nadie) a la guerra fría así como aseguró en su momento la evolución soviética.
Wallerstein habla de tres tipos de movimientos pero que en realidad son tres variantes de una sola estrategia: la toma de poder del Estado y que sin embargo es impracticable.

Lo que me llamó la atención en esta última parte es donde dice que no cree que el utopismo esté llegando a su fin, sino que al contrario tal vez ahora podamos inventar utopías verdaderamente utópicas. Creo que esto puede aplicarse a lo que se vive ahora en nuestro país: que el presidente diga que la crisis durará sólo seis meses, es realmente una utopía utópica.

Por cierto, ese tal Kruschov me recuerda al ex presidente norteamericano George W. Bush, por aquello de no fue consciente del verdadero funcionamiento de la economía capitalista mundial... entre otras cosas más.


BIBLIOGRAFÍA.
Wallerstein, Immanuel. “Marx, Marxismo-Leninismo y Experiencias socialistas en el Sistema Mundial Moderno”, en Geopolítica y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial., tr. de Eugenia Vázquez Nacarino, intr. de Immanuel Wallerstein, Edit. Kairós, Barcelona, 2007, pp. 120-138

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