Nuche Varela Vania Lucero.
Geopolítica y Comunicación.
10 de marzo de 2009.
EL INFORME BRANDT.
A través de un enfoque basado en el liberalismo kantiano, el informe Brandt muestra una iniciativa de progreso a nivel mundial. Concretamente, el informe establece que para solucionar los serios problemas político-sociales-económicos del mundo se requiere de la formación de una comunidad global; es un documento realizado para fines de comprender la situación real del mundo moderno.
Para ello, la comisión encargada de tal documento, es decir, la Comisión Independiente para los problemas del desarrollo internacional, recalca la necesidad de despertar una responsabilidad global. Se concentra en los valores morales del mundo y resalta la equidad y la justicia como factores determinantes.
No busca una revolución, sino una serie de reformas donde los países con una mejor situación económica, apoyen a aquellas zonas en las que la pobreza y la desigualdad se están convirtiendo en un monstruo para la población. Establece que lo bueno para las naciones desarrolladas –entiéndase los países industrializados- es igualmente bueno y necesario para las naciones sumidas en la pobreza.
Destaca el hecho de que lo más indispensable y urgente para los territorios del Sur es una financiación, por tanto, exige un aumento valioso y considerable de la transferencia de fondos a gran escala con destino a los países en vías de desarrollo.
No obstante, debe decirse que tal informe no dio los resultados esperados y su visión es un tanto optimista, dados los constantes conflictos entre Norte-Sur.
Asimismo, hace referencia al tema de la industrialización, donde dice que los países subdesarrollados están en vías de alcanzar a Europa y Norteamérica, refiere la existencia de un desarrollo que está modificando el patrón de ventaja comparativa en la economía del orbe. En pocas palabras, sostiene: la industrialización implica la transformación de la sociedad de manera profunda.
Las razones que encuentra para justificar la situación actual, es que las actividades productivas que proporcionaban grandes ganancias en el pasado, con el paso del tiempo van haciéndose obsoletas, pierden su preeminencia y se desplazan a las zonas periféricas, quedando en un papel de naciones tecnológicamente atrasadas frente a las economías de primer mundo, quienes se han preocupado por el desarrollo de nuevas y modernas industrias concentradas en las tecnologías del futuro, como lo son la biotecnología y los microprocesadores.
Lo que se puede concluir, es el hecho de que la idea de progreso mundial, entiéndase todos los países, se supone vendría de la mano de la colaboración de las mejores economías para auxiliar a las pobres, sin embargo, tal circunstancia no tuvo lugar –ni lo tendrá- a causa de las crecientes ambiciones políticas y económicas de los países económicamente dominantes.
BIBLIOGRAFÍA:
* WALLERSTEIN, Immanuel. Geopolítica y Geocultura. Barcelona, Editorial Kairós, 2007. 336 PP.
Geopolítica y Comunicación.
10 de marzo de 2009.
EL INFORME BRANDT.
A través de un enfoque basado en el liberalismo kantiano, el informe Brandt muestra una iniciativa de progreso a nivel mundial. Concretamente, el informe establece que para solucionar los serios problemas político-sociales-económicos del mundo se requiere de la formación de una comunidad global; es un documento realizado para fines de comprender la situación real del mundo moderno.
Para ello, la comisión encargada de tal documento, es decir, la Comisión Independiente para los problemas del desarrollo internacional, recalca la necesidad de despertar una responsabilidad global. Se concentra en los valores morales del mundo y resalta la equidad y la justicia como factores determinantes.
No busca una revolución, sino una serie de reformas donde los países con una mejor situación económica, apoyen a aquellas zonas en las que la pobreza y la desigualdad se están convirtiendo en un monstruo para la población. Establece que lo bueno para las naciones desarrolladas –entiéndase los países industrializados- es igualmente bueno y necesario para las naciones sumidas en la pobreza.
Destaca el hecho de que lo más indispensable y urgente para los territorios del Sur es una financiación, por tanto, exige un aumento valioso y considerable de la transferencia de fondos a gran escala con destino a los países en vías de desarrollo.
No obstante, debe decirse que tal informe no dio los resultados esperados y su visión es un tanto optimista, dados los constantes conflictos entre Norte-Sur.
Asimismo, hace referencia al tema de la industrialización, donde dice que los países subdesarrollados están en vías de alcanzar a Europa y Norteamérica, refiere la existencia de un desarrollo que está modificando el patrón de ventaja comparativa en la economía del orbe. En pocas palabras, sostiene: la industrialización implica la transformación de la sociedad de manera profunda.
Las razones que encuentra para justificar la situación actual, es que las actividades productivas que proporcionaban grandes ganancias en el pasado, con el paso del tiempo van haciéndose obsoletas, pierden su preeminencia y se desplazan a las zonas periféricas, quedando en un papel de naciones tecnológicamente atrasadas frente a las economías de primer mundo, quienes se han preocupado por el desarrollo de nuevas y modernas industrias concentradas en las tecnologías del futuro, como lo son la biotecnología y los microprocesadores.
Lo que se puede concluir, es el hecho de que la idea de progreso mundial, entiéndase todos los países, se supone vendría de la mano de la colaboración de las mejores economías para auxiliar a las pobres, sin embargo, tal circunstancia no tuvo lugar –ni lo tendrá- a causa de las crecientes ambiciones políticas y económicas de los países económicamente dominantes.
BIBLIOGRAFÍA:
* WALLERSTEIN, Immanuel. Geopolítica y Geocultura. Barcelona, Editorial Kairós, 2007. 336 PP.
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