miércoles, 18 de febrero de 2009

LA UNIDAD EUROPEA Y SUS REPERCUSIONES EN EL SISTEMA INTERESTATAL

Díaz Solis Lorena

A pesar de haber sido Europa el continente con dos guerras mundiales (1914-1918 y 1939-1945) a cuestas, se puede decir que ha sido el lugar en todo el globo terráqueo que ha presenciado menor índice de violencia. Y es que, como dice Immanuel Wallerstein, todo ha sido consecuencia de que en alguna forma u otra, ha estado protegido por la Guerra Fría.

En este enfrentamiento global, la característica más importante fue un conflicto ideológico entre las doctrinas que originaron los sistemas capitalista y socialista.

A pesar de que EE.UU. y la U.R.S.S. temían que cualquier estallido de violencia sacudiera Europa, en la Guerra Fría se inició una carrera armamentista. Ambos países iniciaron investigaciones para producir todo tipo de armas y gastaban grandes sumas de dinero en su fabricación.

Por otro lado, el texto menciona cuatro escenarios en los que la violencia estuvo presente (a excepción del primero, en donde sigue estándolo) a gran escala: Irán-Irak, Camboya-Vietnam, Etiopía-Somalia y Honduras-Nicaragua.

Los factores que estaban por debajo de este conflicto fueron: la coyuntura económica, ya que en 1945 la economía capitalista del mundo pasaba por una de sus fases expansivas.

Una cosa que me pareció interesante, es que menciona que si hay algún período al que se le deba llamar “Revolución Industrial”, es a la época que corresponde al tiempo posterior a 1945 por el hecho de que el sector industrial se convierte en el soporte central de la actividad económica del mundo, en este periodo la industria se regó a tal punto que dejó de ejercer en sí misma de indicador de “ventaja económica”. Sin embargo, este acontecimiento no fue capaz de sostenerse así mismo por mucho tiempo; vendría entonces un largo tiempo de estancamiento económico, al que llamamos comúnmente crisis, (tal como la que vivimos actualmente).

A pesar de esto, EE.UU. no disminuía su impacto en el sistema mundial ya que había desempeñado un papel especial desde 1945 hasta 1967. Era, y es, la potencia económica más grande del planeta. Su competitividad y su fuerza militar hacen que esta nación haga siempre su voluntad en cualquier terreno, sobretodo en el político.

El acontecimiento de la Guerra Fría impuso a la U.R.S.S. restricciones económicas, así como restricciones de energía humana. Su nacionalismo fue contenido de manera admirable pero hubo tensiones que no se podían pasar por alto: las corrientes de nacionalismo musulmán, el de la zona occidental y caucásica y el nacionalismo ruso.

Wallerstein menciona que su propósito al escribir este texto, es “apuntar algunas razones por las que es posible una generalización de la agitación social”. Y que dicha agitación obligaría a los gobiernos a ocultarse hacia adentro, y por consiguiente a apartarse de Europa en cierta medida.

Igualmente, de lo que él escribe señala el punto negativo: si todo lo que he descrito de veras ocurriese, la economía capitalista mundial se renovaría enormemente creando una estabilidad relativa donde ahora no existe, al tiempo que recreando un equilibrio de fuerzas relativamente equitativo en el sistema mundial.

Y después menciona que cada uno debe tomar conciencia de que en el sistema resultante que ha imaginado, una amplia parte de la población mundial viviría todavía más indignamente explotada, quizás más que nunca.

Considerando el tiempo en el que escribió su obra, pareciera que ve todavía posibilidades para el mundo venidero, aunque también como en el capítulo II relata cosas que pasaron en su momento pero que ahora se repiten en circunstancias y momentos diferentes y que finalmente la causa y consecuencia siempre es la misma: EE.UU.

BIBLIOGRAFÍA.
Wallerstein, Immanuel. “La Unidad Europea y sus Repercusiones en el Sistema Interestatal”, en Geopolítica y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial., tr. de Eugenia Vázquez Nacarino, intr. de Immanuel Wallerstein, Edit. Kairós, Barcelona, 2007, pp. 72-93

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