miércoles, 27 de mayo de 2009

Capítulo 1 Terrorismo: el fiasco de Bush.








Diego Armando Tripp Arcos



López Rodríguez Yuliana Ivette



Ortiz Barajas Karla Verónica






Exposición!!!!






· La mayor amenaza de Estados Unidos es Estados Unidos.
· Desde 1970 la situación se ha manejado a pasos inciertos.
· George W. Bush decide meter “velocidad”, pero con el peligro de equivocarse y sufrir consecuencias peores.
· Después de los ataques del 11 de septiembre, declara la guerra al terrorismo, donde el mundo está con “nosotros” o “contra nosotros”.
· Pero esta fue la peor estrategia que Estados Unidos puedo adoptar, ya que debilitó al país y al resto del mundo; además de que fortaleció a las fuerzas que pretendían destruir.
· Estados Unidos estaba decidido a transformar el mundo, ya que su nación venía decayendo por sus anteriores políticas débiles e irreversibles.
· Así, trató de intimidar por medio de u fuerza militar a los amigos titubeantes y a los enemigos hostiles; para poder volverse a colocar como el mayor dirigente en el mundo en el sistema capitalista.
· Esta posición se vuelve imposible de mantener porque otros países ya pueden copiar la tecnología como los de Europa occidental y Japón que se van posicionando económicamente.
· Cuando Estados Unidos alcanza la cima y decae, ya no vuelve a alcanzar esa posición, entonces hay un declive en el dominio económico y en la hegemonía en el sistema mundial.
· Sin embargo, su posición es arrogante ya que ellos mismos se observan como Imperiales, siempre en la cima.
· Por lo que creen que pueden imponerse de nuevo en lo político y en lo económico por medio de estrategias de llamado “Multilateralismo Blando”.
· Este se basa en la Asociación, que es impedir que los países aliados tomen caminos independientes y los unifican como “socios”; el Oligopolio Nuclear, en el se trata de mantener cerrada la lista de potencias y frenar el acceso de otros países; y la Globalización, donde se pretende imponer estructuras políticas mundiales para presionar a países periféricos, a abrir sus fronteras al comercio, entre otras.
· Los neoconservadores proponen mejorar a su país con esos mismos objetivos pero ahora de una manera más rigurosa.
· Desde 1997 se pensaba la invasión a Iraq, pero el 11 de septiembre se vuelve la excusa para hacerlo por medio del Programa para un Nuevo Siglo Estadounidense.
· La Guerra de Iraq trae un desgaste económico y social.
· Los aliados tradicionales como Canadá, Japón y Corea de Sur deciden no apoyarlos en la guerra.
· Washington ahora tiene que enfrentarse a París-Berlín-Moscú, que ya es una realidad en continuo desarrollo.
· Como Estados Unidos no encuentra armas de destrucción masiva en Iraq, Corea del Norte a Irán hacen programas para la obtención de arsenales nucleares.
· En la guerra, Iraq demostró que Estados Unidos si tenía serias limitaciones.
· Después de la guerra Estados es más débil que antes del 11 de septiembre.
Durante el año de 1945, Europa y Europa occidental, estaban aliados por medio de la Roca Gibraltar, a Estados Unidos, pues, este pacto, era el que regía a dicha nación.

Entre dichas naciones había nexos económicos como el plan Marshall y la OCDE, políticos como el G-7 y la comisión Trilateral y militares como la OTAN.

Así durante esta época, Europa, estaba considerado como un país importante en términos culturales, pero al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cambió esto, pues Estados Unidos, emergió como potencia hegemónica que duró treinta años, aproximadamente.

En este período, Europa sólo admiró la gran filosofía y tecnología de la potencia.

Por otro lado Rusia, a la caída de la Unión Soviética, perdió presencia mundial, por lo que tuvo que buscar ayuda de Estados Unidos, pero éste no se la brindó, al contrario, al desatarse la Guerra de Irak, Estados unidos hizo alianzas con países pertenecientes a lo que fue la Unión Soviética, por ello Rusia formó el eje París- Berlín-Moscú, esto fue durante el periodo de Patín en el año 2000.

En este mismo contexto, el Mundo Musulmán, el presidente de los Estados Unidos, Bush, quiso deshacer tensiones con dicha nación. A la caída de las Torres Gemelas, Arabia Saudita y Pakistán, no fue causal, así este suceso desencadenó en una guerra “contra el terrorismo”.

En Israel, se decía que Estados Unidos era un mediador entre los Israelíes y Palestinos, pero la verdad era que éste impulsaba las riñas.
· Para 2004 Busch intenta impulsar el Tratado de Á rea de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en el momento en que los gobiernos de Latino América se encontraban en desestabilizad económica a consecuencia de la recesión de 200-2003.

· El programa tenía mayor fuerza para Argentina quien atravesaba un momento difícil por la caída de su económica debido a los préstamos hechos al FMI. El resultado fueron tres años de inestabilidad política y económica. Que terminó en un gobierno neopopulista, que rompe lazos con el FMI.

· Brasil es el país más importante desde la visión económica. Representa también una resistencia ante el FMI. Aunque aún no se muestra completamente independiente de este, el triunfo del partido Trabalhadores, encabezado por Luiz Inácio Lula da Silva. Brasil está empujando a América Latina hacia una autonomía colectiva que nunca había experimentado.

· El que esto haya sido posible se debe a que Estados Unidos está tan sumido en sus dificultades con Iraq y el Medio Oriente en general que ha sido incapaz de costear el esfuerzo que tradicionalmente realizaba para mantener a raya la resistencia latinoamericana. Que se refleja en una política vacilante con Venezuela y que no pudo persuadir a México ni a Chile para apoyar la guerra contra Iraq en el Consejo de Seguridad, en febrero de 2003.


· Tres puntos importantes Europa centro-oriental, India e Israel. Presentan una política fuertemente pro norteamericana. Desde el desplome del comunismo ene la URSS. Estados Unidos representa una protección contra un posible resurgimiento del comunismo en Rusia.

· A la larga Europa occidental y Rusia tendrán más poder de influencia que Estado Unidos ya que este no puede proporcionar la clase de ayuda económica que requieren estos países. Tampoco está en condiciones de tratar de la misma forma a Europa centro-oriental que a Europa occidental.


· La alianza entre Estados Unidos y la India representa dos cosas: que Estados Unidos de marcha atrás a su histórica predilección por Pakistán y en segundo que India recibe facilidades para adquirir tecnología, estadounidense. También India es un competidor en las industrias informática y farmacéutica. Además Brasil intenta conseguir el apoyo de India para el tercer mundo.

· La administración de Busch se ligó al gobierno de Ariel Sharon pues comparten intereses expansionistas contra el mundo musulmán.


· El Este Asiático donde el régimen de Busch se ha mostrado de lo más imprudente. Tiene pocas oportunidades de crear alianzas o dependencias con los países debido al crecimiento económico de China. Los adelantos tecnológicos y reaparición en el plano internacional de Japón y la Unión de las dos Coreas. La zona asiático-oriental adquiere una unión y entendimiento que le hace crear alianzas internas y dejar de ser dependiente.

· Por otro lado el dólar ha subido y bajado, frente a las demás divisas fuertes durante los últimos cincuenta años. La fortaleza del dólar siempre ha estado en función no de la tasa de cambio sino de que ha constituido la única moneda de reserva en el mundo desde 1945. La razón ha sido su política.

· Lo que ha generado que los gobiernos tendedores de capitales, no se sientan seguros de que lo correcto sea tener su dinero en dólares. Cuando el dólar caiga no habrá ninguna moneda segura, con todas las implicaciones que esto tendrá en el sentido de un caos económico. Pero desde la perspectiva geopolítica esta circunstancia eliminará la última palanca, la más segura, con que Estados Unidos ha podido presionar a otros países.

Capítulo 15!!!



Diego Armando Tripp Arcos!!!


¿Un interés renovado por la(s) civilización(es)?

A partir de 1914 se empezó a acuñar el término de civilización como para hacer mención sobre los seres humanos que del salvajismo pasaban a la barbarie y de ahí a la civilización, por lo que se empleaba en singlar; sin embargo las ciencias sociales se han resistido a usar este concepto por la ambigüedad que ofrece.
Por otro lado, el llamado universalismo es una noción muy usada en Occidente ya que deviene de las más importantes religiones de tipo monoteísta, que son el cristianismo, el judaísmo y el islamismo; así se utilizó para justificar que el comportamiento humano se regía por leyes generales y por lo tanto había determinadas características que se compartían en todo el mundo.
Sin embargo, algunos no se encontraban de acuerdo con este tema, como los universalistas que pensaban que como el ser humano tiene libre poder de decisión, no es posible conocer su comportamiento de una manera científica; por lo que también se empieza a cuestionar el universalismo, pues perece que tampoco pude apoyarse de verdaderos fundamentos científicos.
Así, después de muchas divergencias en cuestiones de la ciencia, se llega también a una discusión y a un empleo del concepto, “civilizaciones”, que tienen un ascenso gradual para luego tener un declive inminente, esto argumentado a través de una especie de ciclo, en el cual el último paso es la barbarie; tampoco los sucesos son tan simples, todo tiene una razón de ser y no siempre un declive significa un final eterno o desastroso, como lo es la supuesta “barbarie”.
Es así como se llega a un consenso en el cual se presenta a la civilización como un reposicionamiento del pasado pero en un tiempo actual y con la función de justificar su nacimiento, sus singularidades, su patrimonio, su elevación y sus derechos.
Es claro que el cambio cíclico no puede ser cierto ni viable, las civilizaciones no tienen un ascenso y una caída, más bien, los imperios en el mundo nacieron, florecieron y por alguna cuestión adversa o de índole diversa han entrado en una decadencia de la cual no han podido resurgir.
Por ejemplo la economía mundial capitalista, para posicionarse como tal, pasó por un proceso en el cual acabó y devastó a los otros sistemas históricos existentes o con posibilidades de renacer; es claro que, como funcionó a los requerimientos emergentes, tomó tal fuerza que se volvió casi imposible huir o prescindir de él.
Pero, en la actualidad, esa economía está a punto de transformase y además, gracias a la “descolonización cultural” se reivindican las civilizaciones en cuestiones políticas, y en el interés de los científicos sociales, porque a parte del concepto de “civilización”, se repiensan de manera constate otros tantos para su mejor utilización o entendimiento.
Por lo cual, la coyuntura actual nos brinda la oportunidad de cambiar el sistema histórico imperante por uno nuevo que unifique a la humanidad y que le otorgue ese nuevo sentido de igualdad y de justicia. Cada vez es más obvio que el cambio es necesario, no es posible que la vida de otros seres humanos siga por el camino de la trasgresión; es imprescindible reconstruir la mentalidad de cada uno para que se reivindique al ser humano y al mundo que lo rodea.

Bibliografía:
Immanuel Wallerstein. Geopolítica y Geocultura. Kairós. España. 2007. Pp. 319-328.

martes, 26 de mayo de 2009

Capítulo 15


Ortiz Barajas Karla Verónica
Capítulo 15
¿Un interés renovado por la civilización?

El término civilización ha cuando controversia desde 1914, cuando se puso a este como el punto final de la evolución humana, donde se supera al salvajismo y la barbarie y se llega a un nivel cultura e intelectural: la civilización. La idea fue propuesta por un grupo antropológico. El concepto se maneja con una visión orientalista ósea “desde el estudio de otras civilizaciones”.
Por tanto la concepción de civilización ha levantado controversia y pocos seguidores, por dos razones. La primera se refiere al debate relacionado con ¿qué es progreso? Pues lo conveniente y lo primordial es el avance tecnológico.
En segundo lugar porque en el mundo curren alteraciones geopolíticas que ya no pueden ser parte de esa concepción. El mal llamado Tercer Mundo, está despertando y adquiriendo presencia política a nivel internacional. Además está ocurriendo una descolonización cultural en todo el mundo.
La cual pone en riesgo el universalismo europeo, pues su expansión mundial se ve truncada al no tener la misma fuerza en el aspecto cultural. Lo cual deja entre dicho que sus percepciones de equilibrio no sean lo equilibradas que pintan ser como también la desestabilización no sea tan grave. Por tanto deja entre dicho el concepto de universalismo y linealidad, nociones puramente occidentales.
El universalismo se refiere a leyes que controlan de forma general la conducta humana, como si fueran leyes. Término fuertemente criticado al ser contrapunteado con los sentimientos y conciencia con los que cuenta el ser humano, los cuales lo dejan exento de cualquier fuerza coercitiva que quiera ejercer una ley sobre él para poder tomar la decisión de aceptarla o rechazarla.
Está discusión llegó al campo científico, se argumento sobre las trayectorias lineales que dejó más claro que ningún sistema social puede seguir ese patrón. Debido a que la mayoría de éstos están compuestos de forma inestable.
La linealidad fue remplazada por la concepción de que los sistemas se apartan del equilibrio y van hacia una bifurcación. Las cuales se conforman de elementos determinantes que harán posible la creación de nuevas concepciones, ósea que dejaran abierta la posibilidad de innovar. Lo cual quiere decir que mientras más se acerquen los puntos de bifurcación mayores mutaciones habrá.
La civilización, acepta el término de muchas civilizaciones pero también habla sobre el declive de determinadas civilizaciones, donde ésta es abatida y derrocada por la barbarie. Lo cual genera la diferencia entre un sistema historio y una civilización.
El sistema histórico es una realidad empírica. Y la civilización es una reivindicación del pasado respecto a su funcionalidad con el presente, que surgen a través de las observaciones de los acontecimientos pasados.
Lo cual se refiere a que la civilizaciones no entran en declive, sino que los imperios mundiales que nacen también entran en una etapa de decadencia. Así pues los avances y prevenciones deben hacerse con el estudio del pasado pero sin la concepción el universalismo lineal.
Bibliografía
Wallerstein, Immanuel. Geopolítica y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial. Barcelona, Editorial Kairós, 2007. 336 PP.

lunes, 25 de mayo de 2009

TERRORISMO.

Nuche Varela Vania Lucero.
Geopolítica y Comunicación.
25 de mayo de 2009.




“EL TERRORISMO: EL FIASCO DE BUSH.”
La supremacía económico-política que adquirió Estados Unidos a partir de 1945 y que mantuvo desde entonces, está disminuyendo; su economía se enfrenta a un evidente y contundente declive. Éste se ha acelerado en virtud de las decisiones de Bush, las cuales no fueron muy acertadas, pues Estados Unidos –digamos- se convirtió en su propia amenaza. Y es que luego del 11 de septiembre de 2001, cuando tuvo lugar el ataque a las torres gemelas, el gobierno de Bush declaró la guerra al terrorismo, una estrategia que parece haber sido la peor elección: sólo consiguió debilitar a su país y fortalecer a las fuerzas que intentaba derrocar.
En los últimos 30 años, el poderío de Estados Unidos se ha visto afectado debido a políticas débiles y erróneas implantadas por varios políticos anteriores; este hecho ha propiciado que el asunto se torne irreversible y cabe mencionar, esta declinación estructural es producto precisamente de la pérdida de la primacía económica, es decir, la supremacía no puede ser eterna, puesto que otros países pueden copiar tecnología y organización. El ejemplo perfecto lo proporcionan Europa occidental y Japón, países con grandes mercados en el interior de su territorio, en otros países, e incluso, en el propio Estados Unidos; con esto, se han vuelto altamente competitivos a escala mundial.
Así, se descubre que el declive de una potencia se debe más al surgimiento de una nueva, que en sí a su propia decadencia; esta situación no puede revertirse de raíz, si se llega a la cima y luego se cae, ya no se puede recuperar y el intentarlo sólo estimularía la caída.
Pese a ello, la gente de Bush veía en Estados Unidos a un país eternamente poderoso y de ese modo, la determinación que tomaron fue implementar una estrategia basada en tres fases:
· Asociación.- Implicaba mantener subordinados a los antiguos aliados para evitar dar oportunidad al desarrollo de sus ideales de independencia política; esto se lograría mediante la insistencia de las previas deudas político-morales y la reiteración de los enemigos comunes, asimismo, Estados Unidos les ofrecía mantenerlos informados sobre la situación en virtud de su cualidad de socios.
· Oligopolio nuclear.- Mantener el status quo de las potencias nucleares intimidando a las medianas (sobretodo a los países del Tercer Mundo) para restringir el acceso a la industria nuclear.
· Globalización.- Reorganizar las macroestructuras económicas mundiales, a través de ejercer presión a la zona del sur para hacerlos declinar de sus políticas proteccionistas-desarrollistas, a cambio de la apertura de las fronteras económicas -esencialmente financieras- lo que dio en denominarse “multilateralismo blando” ya que Estados Unidos siempre había estado preparado para proceder de forma unilateral, si así lo ameritaban las circunstancias.
Dicha estrategia fue exitosa de forma parcial, si bien se logró frenar el declive, no se revirtió. Ante este hecho, se trató de modificar la estrategia; reestructurar el planteamiento de los objetivos. Aunque todo esto no fue más que una faramalla armada por Bush y su equipo para justificar la invasión a Iraq, la cual se había estado gestando desde el año de 1997 y el ataque del 11 de septiembre únicamente fue el pretexto para llevar a cabo su propósito.
Estados Unidos dio inicio a la guerra contra Iraq pensando en que se acabaría rápidamente, sin embargo, la realidad fue otra totalmente distinta, la guerra se alargó y constituyó un evento engorroso. Además, Estados Unidos quedó en una peor situación, su papel ante el mundo se perjudicó mucho a partir del 11 de septiembre. Éste, planeaba desarmar a Iraq en cuanto a sus armas de destrucción masiva, para lograr que otros países abandonaran sus planes de desarrollo nuclear.
Como consecuencia de eso, se dio la consolidación del eje París-Berlín-Moscú, al cual tiene que hacer frente el gobierno estadounidense. El escenario de poder mundial, compartido durante mucho tiempo por Estados Unidos y Europa, ahora se ha bifurcado: ambas zonas tomaron caminos distintos al término de la Segunda Guerra Mundial. De este modo, Europa comenzó a desarrollar una política diferente a la estadounidense, manifestando su necesidad por representar su propio papel en la escena mundial.
De ahí que Francia y Alemania hayan apoyado a Rusia cuando Estados Unidos se negó a reconocerla como un actor fundamental del sistema mundial: “lo que Bush no estaba dispuesto a conceder a Rusia era la igualdad en el plano mundial.”[1]


En este sentido, las presiones unilaterales del régimen de Bush estimularon el fortalecimiento del eje París-Berlín-Moscú, una alianza surgida como contrapeso a las tendencias pro norteamericanas en Europa.
Al mismo tiempo, China está dando señales de vida en las altas esferas del poder, es decir, se está consolidando quizá como una nueva potencia, dado que su industria crece de manera importante y de igual forma, su poderío militar aumenta. Entonces, los roles se han invertido: China se encuentra en una posición relajada, mientras Estados Unidos es ahora quien depende de ella.
Sumado a esto, el panorama en Latinoamérica cambió de manera radical, principalmente por dos aspectos: en primer plano, se debió a los movimientos y tendencias izquierdistas que se produjeron como consecuencia del acelerado impulso dado por Estados Unidos, al Tratado de Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), en el momento menos adecuado para los países latinoamericanos pues su economía no estaba –y en la mayoría de ellos, aún no lo está- preparada para ese cambio. El otro aspecto –más bien su otro error- fue la atención que Estados Unidos dedicó a la guerra de Iraq, se concentró en la evolución de la misma y en sí, sólo desvió la mirada de América Latina, derivando en la pérdida del control que ejercía sobre la resistencia latinoamericana.
Finalmente, existe un elemento más en la larga lista de infortunios estadounidenses. Concretamente, el dólar, pese a haberse constituido desde 1945, como “la única moneda de reserva en el mundo desde 1945”
[2], ha caído en una depreciación económica a nivel mundial. Esto representará (ya lo está haciendo) un serio problema para la economía de Estados Unidos pues geopolíticamente hablando, su última palanca de presión sobre los otros países, principalmente los del Sur, será eliminada de la esfera de poder.
En conclusión, la hegemonía estadounidense sin duda alguna, está por desaparecer y probablemente, dejará su lugar a la nación china, que en los recientes años ha emergido con gran fuerza en todos los ámbitos del sistema mundial.



BIBLIOGRAFÍA:
· WALLERSTEIN, Immanuel. Estados Unidos confronta al mundo. México, Siglo XXI Editores, 2005. 149 PP.
[1] Immanuel Wallerstein. Estados Unidos confronta al mundo. Pág. 15
[2] Ibídem, pág. 20.







domingo, 24 de mayo de 2009


¿QUÉ ES UN SALVAJE?



ESTA PREGUNTA PUEDE RESULTAR CONTROVERSIAL, PUES POR UNA PARTE, UN SALVAJE PUEDE RESULTAR SER UNA PERSONA NO CIVILIZADA, ES DECIR, QUE NO CUMPLE CON LOS PARÁMETROS ESTABLECIDOS POR LA VISIÓN DE LAS POTENCIAS Y POR OTRA PARTE LOS PAÍSES DEL TERCER MUNDO O EN VÍAS DE DESARROLLO, OPINARÍAN, QUE UN SALVAJE ES AQUÉL QUE NO RESPETA SU VISIÓN Y QUE USA SU TECNOLOGÍA PARA DESTRUIR A LA HUMANIDAD Y NO PARA AYUDARLA.


López Rodríguez Yuliana Ivette
Geopolítica y Comunicación
Reporte de lectura


CAPÍTULO 14
EL SISTEMA MUNDIAL MODERNO COMO CIVILIZACIÓN


El concepto de civilización tiene dos acepciones que marcan procesos ambos “han hecho más <> a los seres humanos, esto es, menos parecidos a los <> o menos <>.”
[1] Existen dos usos el plural y el singular el anterior fue el singular, pero el plural se refiere a las costumbres y la cultura.

Debe entenderse civilización como una ganancia histórica producida por una cultura o civilización determinada. En singular puede sonar como concepto contrario de bestialidad. La concepción de la palabra durante el siglo XVIII, “reflejaba el triunfo intelectual de la <> promulgada por los pensadores de la Ilustración”
[2], para éstos pensadores dicho término representa lo indisoluble de lo perfecto. Pero existe un enigma entre los conceptos civilización y civilizaciones.

Freud al respecto dice en el malestar de la cultura que la civilización es un sacrificio, porque expresa que estar dentro de ella es igual a estar dentro de una serie de reglas para que un individuo sea aceptado dentro de ésta.

En materia del sistema mundial vigente dice Wallerstein que éste se halla inmerso en un periodo de transición en donde la incertidumbre es ineludible. Aquí civilización es una construcción filosófica que defiende el sistema de la globalización. Por ello civilización se consideró como sistema capitalista y cabe mencionar que Marx también lo afirmaba durante un tiempo.

¿Qué pasará con el sistema mundial vigente? El autor presenta tres posiciones:
1) Que el sistema se dividiera y cada uno tuviera su estructura.
2) Un sistema regido por el estatus, las diferencias y el absolutismo.
3) Éste sería lo contrario al anterior pues estaría lleno de equidad. Dicho sistema se caracteriza como <> que quiere decir “socialmente imposible”.

Pero para llegar a los dos últimos se necesita tiempo. Pero no se espera un avance en ningún punto. En cuanto a la ideología hay sólo dos vías:

a) Los que están a favor de la hegemonía.
b) Los concientes de los intereses manejados. Aquí el sistema antiguo se cae o se reforma. “Así ocurrió, a mi entender, en la transición del feudalismo al capitalismo.”
[3]

Un sistema igualitario no puede existir porque para coordinarlo se necesitan jerarquías. Sin embargo el autor ésta a favor de dicho sistema porque expresa que un sistema desigual afecta a ambas personas –las victimas y los beneficiarios-, porque en el caso de los favorecidos, los limita además de que los hace sentir inseguros.

Seria perfecto que se llevara a cabo un sistema igualitario, sin embargo yo lo veo imposible, porque el ser humano siempre tiene intereses y suele ser ambicioso, además de que pienso no se puede vivir sin civilización porque sino la sociedad serpia un caos.






López Rodríguez Yuliana Ivette
Geopolítica y Comunicación
Reporte de lectura


CAPÍTULO 15
¿UN INTERÉS RÉNOVADO POR LA(S) CIVILIZACIÓN(ES)?


Civilización es un concepto que expresa evolución o progreso, creencia que para occidente durante el siglo XIX. Por otra parte el universalismo tiene sus raicillas en sus religiones: el Islam, el judaísmo y el cristianismo. Dicho concepto consiste en que las actitudes humanas se puede predecir durante un lapso y espacio.

Pero los humanistas tienen conflicto porque no creen en leyes humanas pues “se caracterizan por estar dotados de sentimientos y conciencia, y por tanto no están sujetos a leyes mecánicas.”
[4]

La civilización contribuye en la fonación de la historia del humano sin embargo también pero cabe recalcar una diferencia que debe marcarse entre sistema histórico que se refiere a una situación práctica y una civilización “hace referencia a una reivindicación contemporánea del pasado en función de su utilidad del presente para justificar el patrimonio, la singularidad, los derechos.”
[5]

Coincido con la opinión del autor porque las actitudes o conductas humanas son impredecibles, por ello el universalismo tiene problemas en sus teorías y por ello éstas no pueden regir al mundo. Por otra parte al hacer del universalismo un estudio minucioso nos daremos cuenta de que éste es importante en la lucha de las sociedades principalmente.
[1] Immanuel Wallerstein, Geopolítica y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial., Kairós, Barcelona, 2007. Pág. 297.
[2] Ibíd. pág. 298
[3] Ibíd. pág. 314.
[4] Ibíd. pág. 322
[5] Ibíd. pág. 325

martes, 19 de mayo de 2009

Capítulo 14


Ortiz Barajas Karla Verónica
Capitulo 14



El sistema mundial moderno como civilización



La civilización se ha adoptado como un término en el cual se hace una distinción internacional. La civilización hace la diferencia entre aquellos que pertenecen a la alta cultura como mencionaría Eco, y los que se mantienen en un estado primitivo, tanto intelectual como tecnológico y económico.
El parteaguas para esta diferencia, surge a raíz de la Revolución Francesa. Después de esa revolución se esparció por Europa la idea de los derechos ciudadanos de los pobladores y apoyaban al imperio napoleónico para poder contar los con los beneficios que ofrecía su gobierno.
Se propagan las concepciones nacionalistas de las sociedades. Por tanto una forma nueva de entender a la sociedad que desarrolla la necesidad de ciencias que la estudien, las ciencias sociales.
Los avances europeos en la concepción de la sociedad y el trato a sus pobladores, se convirtieron en un universalismo, ósea que los conceptos que se defendían se propagaron por el mundo. Lo que generó la caída misma de sus más importantes imperios que a su vez perdieron sus más importantes colonias.
También la ciencia tuvo avances importantes durante esa época porque los fenómenos adquirieron explicaciones físicas y dejaron de ser atribuidos a la magia. Hecho que Max Weber sintetiza con el concepto “desencantamiento del mundo”.
El malestar en la cultura de Sigmund Freud, es un ensaño en el cual explica la concepción de la sociedad como un conjunto de normas, reglas y códigos morales, que son una forma de mantener el orden. Pero que son antinaturales, que van contra la naturaleza del ser humano.
Todos estos nuevos criterios para comprender el mundo y la sociedad, provocaron un cambio universal y el declive de un sistema histórico que se había mantenido durante siglos que generó los cimientos y bases para la percepción del mundo actual.
En la cual uno de los cambios más importantes fue la organización en la división del trabajo. Que generó estabilidad económica y el sistema mundial económico adoptó un corte capitalista que también se volvió universal.
Los anteriores criterios y la nueva unificación internacional de estos, fueron los que convirtieron a las sociedades en dos grupos los “civilizadores” y los “civilizados”.
Las sociedades que lograron adaptarse con mayor rapidez a las nuevas percepciones del mundo se convirtieron en sociedad civilizadas, con avances tecnológicos, economías estables, derechos ciudadanos etc. Que transformaron la concepción a una justificación imperialista.
Al ser sociedades “civilizadas” obtuvieron el derecho sobre las sociedades aún “salvajes” para civilizarlas. Que ahora revezaba la posibilidad e imponer un gobierno, también se refería a la introducción de sus productos, de su tecnología, ideologías, de hacer préstamos que los mantuvieran endeudados etc.
El mundo tiene ahora varios escenarios posibles en los cuales cambie el término salvaje. Con el declive del sistema capitalista, la posibilidad de un sistema igualitario y democrático no es tan utópica como parece.
Como ocurrió anteriormente después de la revolución industrial en donde la tecnología abrió la posibilidad de cambiar los aspectos de la vida social. Actualmente el desarrollo tecnológico representa un cambio social pero no el derrumbe del sistema actual y la percepción de las sociedades.
Los movimientos antisistémicos que han representado la oportunidad de dar un paso al cambio no están lo suficientemente unidos ni son lo suficientemente apoyados como para lograrlo. Debido a sus respectivas contradicciones.
Así que el mundo se encuentra en una transición entre un verdadero cambio que sustituya los anteriores universalismos y cree un nuevo sistema internacional y la ruptura del anterior sistema.
Cierto es que las posibilidades de modificar las concepciones universales actuales no es una fantasía y que la evolución del mundo y el curso de la historia no están detenidos ni han llegado a su fin ni a su máximo desarrollo. Lo que deja abierta la posibilidad del reajuste internacional.

Bibliografía
Wallerstein, Immanuel. Traducción de Vázquez Nacarino, Eugenia, “Geopolítica y Geocultura, ensayos sobre el moderno sistema mundial” Editorial Kairos, Barcelona, Febrero del 2007, 336 pp.

CAPITULO 15






Nuche Varela Vania Lucero.
Geopolítica y Comunicación.
22 de mayo de 2008.



“¿UN INTERÉS RENOVADO POR LA(S) CIVILIZACIÓN(ES)?”



El término “civilización” es causante de gran controversia en cuanto a su consideración interpretativa, es decir, considerarla en un sentido singular o en uno plural. La cuestión dio comienzo alrededor de 1914, cuando se impuso en cierta corriente antropológica que la colocaba como el último punto de la evolución humana: el paso del salvajismo a la barbarie para aterrizar en la civilización.
De tal modo, el concepto de “civilización” se empleo para nombrar a la humanidad a partir de una configuración singular; este término se ha desarrollado dentro del terreno del orientalismo, o sea, el estudio de “otras civilizaciones” y aunque este último necesita de una fama concreta, puede contar con algunos partidarios.
Con ello, se vislumbra un renovado interés por el término “civilización”, el cual se fundamenta en dos fenómenos. Para comenzar, se ha despertado una serie de inquietudes con respecto a la certidumbre del progreso y lo conveniente de su objetivo primordial: el avance tecnológico.
El segundo aspecto implica alteraciones geopolíticas esenciales; el llamado Tercer Mundo, está comenzando a ascender en el aspecto político y aunado a eso, el sistema mundial está siendo testigo –y tal vez víctima- de la descolonización cultural.
En este sentido, la expansión europea se ve afectada, hecho que motiva el intento del mundo occidental por entender la situación actual respaldándose en la esperanza de que en realidad, los cambios sociales producidos no sean lo desestabilizadores que pintan ser. Este asunto supone el planteamiento sobre un evidente ascenso y declive de la civilización y al ser tratado, involucra el análisis sobre el universalismo y la linealidad, dos premisas que han caracterizado a la ciencia occidental.
El universalismo se basa en la idea de leyes generales que controlan la conducta humana. No obstante, de acuerdo con valores humanistas, esta teoría fue fuertemente cuestionada ante la afirmación de que el hombre cuenta con sentimientos y con una conciencia, en virtud de los cuales está exento de la coerción ejercida por supuestas leyes que rigen su comportamiento; en consecuencia, dichas leyes fueron negadas.
El cuestionamiento llegó a los límites científicos, abarcando la dinámica tradicional de trayectorias lineales y poniendo en duda, o mejor, refutando totalmente la creencia de un dinamismo lineal dentro de los sistemas. Y es que
“la “mayoría” de los sistemas dinámicos se comportan de un modo bastante inestable. (Por tanto)… Se está descubriendo que la aleatoriedad intrínseca y la irreversibilidad intrínseca… son la verdadera base del orden físico.”
[1]
La conclusión científica es que los sistemas se apartan del equilibrio y se dirigen hacia una bifurcación, reemplazo de la linealidad. Estas bifurcaciones se conforman de elementos determinantes para el surgimiento de innovaciones, esto significa, entre más se aproximen los puntos de bifurcación, el papel de las fluctuaciones se vuelve esencial en la producción de constantes mutaciones.
Cabe mencionar que la idea de la existencia de múltiples civilizaciones se considera como un proceso donde se da la ascensión y el declive de una “x” civilización. Surge así, la denominada “tesis del declive y la caída”, donde se establece el declive y la consecuente caída de una civilización hasta ser abatida por la barbarie. La visión que deja este pensamiento es sin duda, un pesimismo cultural y dentro de nuestro sistema, se distingue la amenaza de que luego de la decadencia estadounidense, el mundo se desquiciará.
El concepto de civilizaciones se puede fundir en un pluralismo cultural desprovisto de sentido: la existencia de numerosos tipos de orden social inventados por el hombre son incomparables entre sí y tampoco pueden evaluarse de forma histórica, esto lleva a “aceptar la realidad de la variación pasada y futura. Se trata de una especie de supremo abandono de la racionalidad”
[2]
Lo anterior da pie para establecer la diferenciación entre sistema histórico y civilización. En cuanto al primero, se refiere a una realidad empírica, mientras que la civilización, hace referencia a una reivindicación contemporánea del pasado con respecto a su funcionalidad presente. De este modo, se entiende que esas reivindicaciones se basen en elecciones hechas partiendo de la observación de las estructuras sociales del pasado.
Entonces, no es que las civilizaciones atraviesen por el declive, más bien son los distintos imperios mundiales quienes nacen, prosperan y entran en decadencia. Así, parece ser que no todo el panorama es sombrío, el pesimismo cultural no debe nublar la perspectiva de crear un nuevo y mejor sistema histórico, circunstancia que sólo se logrará si el análisis de los sistemas históricos pasados se hace fuera del campo del universalismo lineal.

BIBLIOGRAFÍA:
· WALLERSTEIN, Immanuel. Geopolítica y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial. Barcelona, Editorial Kairós, 2007. 336 PP.



[1] Immanuel Wallerstein. Geopolítica y Geocultura. Ensayos sobre el moderno sistema mundial. Pág. 322.
[2] Ibídem, pág. 325.

lunes, 18 de mayo de 2009

¿Qué es un salvaje?


Ortiz Barajas Karla Verónica
Tripp Arcos Diego


Desde la visión occidental, las sociedades salvajes son aquellas que no cumplen con el perfil del país capitalista donde los hombres civilizados son aquellos anglosajones, blancos, heterosexuales, entre otras características.

Por tanto, los individuos no civilizados son:




  • · Quienes tienen rechazo a la globalización
    · A las políticas de libre mercado
    · Que tienen atraso tecnológico
    · Poca producción cultural
    · Instituciones deficientes
    · Gobiernos inestables
    · Pobre presencia internacional
    · Economía débil
    · Deudas externas
    · Tasas altas de mortalidad y natalidad
    · Pocas exportaciones y en su mayoría de productos agrícolas

    ·

Tipología de crisis del sistema mundial


García Lerdo de Tejada Erick Alejandro

Para Wallerstein, una crisis es una situación de un sistema histórico cuyas contradicciones provocadas a través del tiempo hacen evidente la desaparición de dicho proceso, dando oportunidad a un cambio de rumbo mediante un proceso histórico nuevo.

 

Un sistema histórico implica un modo de producción con divisiones sociales del trabajo. Estos sistemas son finitos, con una duración variable que por lo general ronda por el medio milenio. Esta larga duración contiene procesos cíclicos y procesos seculares del mismo sistema histórico.

 

Grupos dentro del sistema obligados a tomar caminos distintos para proteger sus intereses son la definición de las contradicciones de un sistema histórico, causantes de su futura desaparición mediante un lento proceso que provoca una crisis cuando estas contradicciones alcanzan cierta gravedad.

 

El sistema busca corregir sus errores, pero estos cambios provocan su desintegración. Entonces, queda solamente un periodo de transición en el cual es posible tanto un nuevo sistema sinónimo de progreso o uno sinónimo de regresión.

 

Todos estos supuestos pueden aplicarse al capitalismo. Primero, éste es un sistema basado en la división de trabajo y en la distribución de recompensa de acuerdo a las capacidades y acciones de cada individuo. Su desarrollo y expansión fueron constantes hasta ser el sistema económico predominante en todo el mundo.

 

Su más grande contradicción recae en los acumuladores de capital: deben cooperar con sus trabajadores y competidores que, por otro, les provocan pérdidas por lo cual deben a su vez limitarlos. Actúan de manera cooperativa al principio para evitar problemas a mediano plazo, provocando, primero, “una reducción de los márgenes de beneficio a largo plazo”[1] y segundo, un sentimiento de rebelión por parte de la fuerza trabajadora debido a la “libertad” otorgada por el acumulador arriba de ella.

 

El sistema económico mundial se encuentra entonces en crisis, lo que significa la toma de una nueva dirección, la cual será decidida por los movimientos antisistémicos y por la ciencia, ambas inmersas en sus propias crisis.

 

Los movimientos antisistémicos han resultado exitosos en todo el mundo, con sus diferentes características de acuerdo a la región en donde ejercieron su influencia hasta su obtención del poder.

 

El problema radica en la corrupción de quienes llevaron a cabo dichos movimientos. Ellos permitieron la asimilación de los movimientos dentro del sistema para menguar su poder, de manera que excluyan a otros movimientos antisistémicos paralelos, a ciertos sectores de los beneficios logrados y que reprimen a algunos a favor de otros.

 

Esto ha provocado la aparición de nuevos movimientos que ponen en duda a los anteriores, pues sienten que “se han anclado en la burocracia y están gobernados por los grupos cuyos objetivos actuales difícilmente apenas pueden distinguirse de los de quienes defienden el status qui del sistema mundial”[2].

 

Por otro lado, las ciencias, vistas desde su objetivo de explicar la realidad del mundo como única manera de entenderlo, tuvieron problemas para hacer esto en el ámbito de lo social. Existían los modelos del marxismo y del establishment, opuestos entre ellos en sus fundamentos.

 

La crisis de las ciencias consiste en la dificultad cada vez mayor de estas corrientes para “dar cuenta de la trayectoria actual de la transición histórica en la que hemos empezado a vivir”[3] y que las características del marxismo (la más común de las dos) hacían necesaria la eliminación de sus métodos para fines de investigación científica de los sistemas históricos y de la sociedad.

 

Es así como el destino del mundo depende en buena medida de las elecciones que las personas tomen, mediante la lucha social, para dar solución a estas crisis hacia la toma de un sistema histórico que sustituya al actual, ya sea que represente un progreso o un retroceso.

 

Bibliografía

WALLERSTEIN, Immanuel. Geopolítica y geocultura: Ensayos sobre el moderno sistema mundial, Barcelona: Kaidós, 2007.


[1] Immanuel Wallerstein. Geopolítica y geocultura: Ensayos sobre el moderno sistema mundial, p. 153

[2] Íbid, p. 160

[3] Íbid, p. 165

¿A qué se alude cuando se habla de “cultura del sur”?


García Lerdo de Tejada Erick Alejandro

El Sur, aquella parte “baja” o “inferior” de una zona geográfica es por excelencia el referente inmediato para pensar en pobreza, desigualdad, poco desarrollo y demás problemas sociales.

 

Esta división se encuentra muy bien ejemplificada en el Informe Brandt –aunque no presente formas viables de resolver el problema-

 

Esta concepción del Sur es un mal global, caracterizado por su increíble y cruda sinceridad: el Sur se encuentra estancado en sí mismo y no parece que vaya a salir del bache en algún tiempo.

 

Parte del problema se encuentra arraigado muy profundo dentro de lo que representa al Sur: su cultura. Eso que configura su modo de actuar es, evidentemente, aquello que le impide progresar. Y esto no se ve más claro que en las tradiciones.

 

El Sur no podrá avanzar en tanto no se deshaga –o por lo menos adapte- sus tradiciones; tarea nada sencilla si se considera que los grupos lo son gracias a su cultura y que, por definición, una tradición es un ente social resistente al cambio.

 

Pero ¿cómo ha sido la existencia de los países sureños en el mundo dados estos problemas? Es muy obvio: una abismal dependencia tecnológica, económica e intelectual de los países desarrollados (sirva de ejemplo casi toda Europa), que hace al hueco del sur un obstáculo aún más grande.

 

Se puede plantear que el Sur, al estar atrasado con respecto a las naciones que son sinónimo del desarrollo, tienen la enorme ventaja de aprender de éstas para no cometer los mismos errores y así emparejarse, e incluso igualarse, con respecto al Norte.

 

No obstante, esta tarea se antoja imposible para un Tercer Mundo que ha visto pasar su existencia repitiendo los errores del Primero Mundo. Solo que de peores y más devastadoras formas.

La economía mundial capitalista: perspectivas a medio plazo


García Lerdo de Tejada Erick Alejandro

El sistema mundial capitalista está destinado a tener problemas y resolverlos para funcionar con normalidad una vez más en el corto plazo y desaparecerá inevitablemente en el mediano.

Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, el sistema capitalista tuvo la mayor expansión en su historia. Se distinguió por monopolios y distribución desigual del superávit.

A esta expansión, un tipo de clase A, siguió un estancamiento de la economía mundial clase B de Konderatieff.

Los aliados de Estados Unidos se recuperaron, el Tercer Mundo se hizo de una fuerza política relativamente poderosa. Esto provocó una desestabilización en la hegemonía estadounidense y en los movimientos antisistémicos.

Los poderes políticos estadounidense y soviético se vieron reducidos con dicho estancamiento económico.

La cultura estadounidense se expandió por todo el mundo en el periodo de 1945 a 1967, causando la utilización estandarizada del inglés para asuntos mundiales. El socialismo se opuso a esto, pero de una manera muy débil y conformista. Este panorama desaparece lentamente a partir de 1968 a medida que “las ciencias sociales, la cultura y las artes se convierten de nuevo en un ámbito pluralista y multicéntrico”[1]

Para evitar dejar de ser la cultura y la fuerza política hegemónica, Estados Unidos utiizó dos estrategias: la utilizada por Nixon-Ford-Carter y la de Reagan. La primera fue considerada un fracaso por su “perfil bajo”[2], la segunda fue considerada un fracaso por exactamente lo contrario: un método de agresión descarada.

Los únicos poderes capaces de suceder a Estados Unidos son Japón y Europa occidental. De ellos, Japón se encuentra en una ventaja que en el futuro próximo podría ceder a Europa occidental.

 

Unos problemas fundamentales a tratar son los de los movimientos antisistémicos y los de las ciencias sociales. Los movimientos sociales antisistémicos se vieron obligados a luchar en contra de los logros de los movimientos antecesores. Muchos nuevos movimientos surgieron en consecuencia. Estos tenían buenas estrategias a corto y largo plazo, pero eran débiles en el medio plazo.

Las ciencias sociales, sin embargo, son igual de importantes. Para ellas, para conocerla, la realidad debía ser dividida en muchas pequeñas partes susceptibles de análisis. Era posible hacerlo de dos formas, las cuales alejaron el estudio a largo plazo y tuvieron como objeto de estudio al individuo.

Posteriormente, de ambas vertientes aparecieron personas interesadas en el estudio de la sociedad y su realidad. Cada vez más alejados de la realidad se encontraban sus estudios. 

Para el análisis del medio plazo, se proponen cuatro vectores posibles. 

1.    “Aumento cíclico del potencial de acumulación de la economía mundial capitalista”[3]. Se habrá alcanzado un desarrollo elevado de la tecnología, suficientemente cara para representar ganancia y suficientemente barato para asegurar la demanda. Se deberá evitar que la producción se disperse.
Se plantea la suposición de que Estados Unidos y Japón dominan la delantera en tecnología. Con base en ello, se cerrarían “zonas […] donde existen los vínculos comerciales más fuertes”[4].

2.    Una defensa europea occidental en contra del supuesto de la delantera tecnológica Estados Unidos-Japón. Se desarrollaría un proteccionismo en todo el mundo para evitarlo y se haría un énfasis especial en las zonas poco afines a Estados Unidos: Europa central-oriental, la ex URSS, Oriente Medio, África y la India.

3.    La rebelión del Tercer Mundo (Sur) después de verse obligado a soportar los embates de la expansión de la economía mundial. Parte importante es la utilización de estas zonas para el depósito de desechos del Norte, lo cual devendría en serios problemas ecológicos. Esto provocaría un desasosiego que resultaría “muy difícil para las fuerzas del Norte ponerlo bajo control” [5].

4.    La renovación de los movimientos y de las ciencias sociales. Por un lado, los movimientos tanto nuevos como viejos deben decidir el nuevo camino que han de tomar y, por otro, mantener su esencia antisistémica.
Las ciencias sociales, análogamente, deben, por un lado, analizar si es posible reemplazar o negar el consenso decimonónico y, por el otro, cimentar una ciencia firme en las bases del mundo social y “crítica del mismo”[6]

Existen para el autor, tres escenarios posibles. El primero consiste en una guerra mundial provocada por el conflicto entre Europa occidental y el consorcio Estados Unidos-Japón. 

El segundo trata del cambio de rumbo en cuanto a sistema mundial cuando el actual se venga abajo. Dicha reorganización es muy probable que quede en manos de gente que la corrompa para su propio beneficio. 

Finalmente, el tercero trata de una etapa de caos social que terminaría hasta la toma de un sistema verdaderamente nuevo. 

El destino del mundo depende, entonces, en gran medida del desarrollo y resolución de los conflictos de las ciencias y de los movimientos.

BIBIOGRAFÍA

Wallerstein, Immanuel. Geopolítica y geocultura: ensayos sobre el moderno sistema mundial, Barcelona: Kaidós, 1989.


[1] Immanuel Wallerstein. Geopolítica y geocultura: ensayos sobre el moderno sistema mundial, p. 175.

[2] Ibídem

[3] Íbid, p. 180

[4] Íbid, p. 182

[5] Íbid, p. 185

[6] Íbid, p. 186

La no revolución Reagan


Geopolítica y comunicación 
García Lerdo de Tejada Erick Alejandro

Los Estados Unidos son una nación de la cual los conceptos de poder, dominio e intromisión podrían ser sus sinónimos perfectos. Es un país famoso por meter las narices donde no le llaman, lo cual ha derivado en su propio beneficio ante la mirada impotente y atónita de los países que poco o nada pueden hacer ante la explotación y abuso de los que son víctimas.

 

Con esto no pretendo justificar las aberraciones alemanas, pero la Segunda Guerra Mundial marca, si no el inicio del crecimiento gringo, su súbita y fuerte propulsión hacia el monopolio del poder mundial. No solo fueron los últimos invitados importantes (o, mejor dicho, colados relevantes) de la guerra, sino que también fueron quienes salieron mejor librados y los únicos que obtuvieron condiciones óptimas de desarrollo como resultado de su participación.

 

Toda Europa y Japón se encontraban en una situación de desastre y ruina, y el Tercer Mundo nunca ha sido competencia. Estados Unidos estaba feliz. Feliz por la posibilidad de tener un crecimiento enorme sin que nadie se atreviese a ponerle un alto y de sentir que tenían en sus manos el poder sobre el mundo.

 

Sin embargo, la situación de Estados Unidos no vendría libre de problemas y preocupaciones. La rápida industrialización estadounidense generaba la necesidad de compradores más allá de sus fronteras, los cuales estaban imposibilitados económicamente por las consecuencias de la guerra; lo cual obligó a Estados Unidos a crear convenios de desarrollo y financiamiento de estos países.

 

Además, la situación interna del país se caracterizaba por una alta tensión, puesta en pausa durante la guerra, en temas como el racismo a la raza negra, la lucha entre intervensionistas y aislacionistas, y la formación y lucha de sindicatos; lo que provocó que el gobierno se viera obligado a intentar mantener al margen estos problemas para evitar una influencia negativa en los asuntos externos del país.

 

Pero ninguna de estas cuestiones les resultaba tan preocupante como la URRS. Una nación fuerte en ideales y en estructura, cuya forma de gobierno hacia temblar a la nación más poderosa del mundo. El socialismo fue pronto tachado por EU como la noción contraria a lo que ellos querían parecer representar para el mundo: libertad y democracia.

 

El Tercer Mundo fue tomado en cuenta por los Estados Unidos solo cuando se dio cuenta de su valor estratégico fundamentado en materias primas, pero sobre todo, al percatarse de lo fácil que sería a la URSS convertir al socialismo a estas políticamente débiles naciones.

 

Mediante apoyo económico, EU buscó la formación de alianzas estratégicas mediante el apoyo a países del Tercer Mundo. Estados Unidos siempre se ha creído en libertad de hacer con el mundo lo que se le plazca, pero esta situación fundamentó parcialmente dicha creencia con ejemplos como la mayoría obtenida en cada una de sus resoluciones ante la ONU.

 

Todas las clases sociales en Estados Unidos se vieron recompensadas por un motor económico que no parecía tener para cuándo detenerse.

 

No obstante, el mundo que los había visto crecer estaba reviviendo de sus cenizas. Japón, Alemania y gran parte de Europa consiguieron un avance muy significativo en los frentes sociales, políticos y económicos. Y el Tercer Mundo estaba ansioso de formar parte de las decisiones mundiales tanto como pudiera; así se aceptaron a varios países en la ONU, finalizando la hegemonía estadounidense en dicho organismo.

 

Repentinamente, la economía que había tenido una expansión casi increíble desde principios de los años cincuenta, se encontraba en franco declive al inicio de los setentas.

 

Esto provocó una ola de problemas que llevaron a Estados Unidos a votar por Ronald Reagan para presidente. Él prometió regresar al país a la vía del desarrollo y de volverle su prestigio internacionalmente mediante, faltaba más, la imposición de la mano dura. Reagan se vendió como una máquina de matar, pero terminó mostrándose como un cachorrito tanto en acciones como en logros.

 

Lustros han pasado desde el final de la administración de Reagan. ¿Qué ha cambiado? Estados Unidos comenzó a ser más discreto en sus acciones en pro de su dominación mundial (no precisamente hablando de territorio), pero las recientes guerras en Irak y Afganistán dejan en claro que las administraciones norteamericanas gustan de inmiscuirse en asuntos ajenos desde hace años. Y no parece que eso vaya a cambiar.

 

Bibliografía

WALLERSTEIN, Immanuel (trad. Eugenia Vásquez Nacarino). Geopolítica y geocultura, Cambridge: Kaidós, 2007.